Los
continuos procesos de cambios que van imponiendo la sociedad de la información
y la comunicación en todas las actividades humanas exige a los profesionales de
los diferentes ámbitos afrontar una formación permanente. Esta revolución
tecnológica también influye en el ámbito educativo y hace que los profesionales
deban adecuarse a dichas transformaciones, generando la necesidad de formular
una nueva visión del profesorado, al que se le exige nuevas competencias
profesionales así como nuevos retos y roles que debe asumir.
Pese
a esto, se cuestiona continuamente su uso pedagógico lo que >me lleva a replantearme ¿porque es necesario el uso de las TIC en la educación? y ¿qué nuevos retos
deben afrontarse?
Para contestar a la primera pregunta: ¿porque es necesario el uso de las TIC en la educación?, decimos que, tal
y como argumenta el texto de Enguita “la
escolarización es un proceso de especificación del aprendizaje y la enseñanza”.
Por ello se han producido una serie de cambios que han transformado la
noción de educación y enseñanza tal y como la concebimos en nuestros días. Pasamos
a concentrar la educación en un recinto escolar
determinado y específico para el fin. Con un calendario y unos horarios
establecidos, bajo la supervisión de un cuerpo profesional como puede ser el
maestro y el profesorado y la división en distintos niveles y disciplinas.
Por
otro lado la educación se ha alejado de la vida familiar, la participación
comunitaria o la incorporación al mundo laboral, de manera que desarrollan
actividades propias y separadas que están sometidas a una lógica propia. Otro
elemento también importante es la creación de un currículo donde se recogen los
planes de estudios, programas de áreas, libros de textos o programaciones de
aulas. (Fernández Enguita, 1990).
Las nuevas teconologías, según Fernández Enguita, asistimos
a un proceso social que implica el despliegue de nuevas redes y nuevos medios
de comunicación social. Si la radio y la televisión nos permitían mantener una
comunicación y educación a distancia,
las nuevas tecnologías presentes van mucho más allá. Estas están permitiendo
que el aprendizaje y la enseñanza lleguen a todas partes. El profesor y las
instituciones pasaran a convertirse en virtual de manera que el aprendizaje es
mucho más autónomo y cada persona decide
que hacer, como aprenderlo y en qué momento hacerlo. Esto también ayuda a alejarse
de los calendarios escolares y de los espacios comunes de modo que la clase y
el aula se convierte en una barrera para la enseñanza y para el aprendizaje. Su
oferta se ha multiplicado y ha aumentado las comunidades de aprendizaje de
manera que el alumno “que tienen
dificultades o que simplemente no se siente satisfecho con las explicación del
profesor o de su libro de texto puede hoy encontrar otras fuentes de contenidos
y otros métodos que ofrecen en la red numerosas editoriales escolares y
administraciones educativas”. (Fernández Enguita,
1990).
Por último, a la pregunta de ¿qué nuevos retos deben afrontarse?, podemos destacar el hecho de que en la actualidad los libros están dejando de ser usados, y por el contrario estamos utilizando ordenadores, tablet e incluso, en muchos casos, pizarras interactivas. Pero de todo estos adelantos en la tecnologías de la información viene dada por la incorporación de internet a nuestras vidas.
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